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Cuando un siervo de Dios con casi ochenta años escribe de seguido cuatro o cinco
libros, es porque tiene algo que decir, y que desea quede como testamento
espiritual.
Al igual que en sus libros anteriores, Ricardo Hussey se propone profundizar
pasajes y verdades bíblicas, sacándoles todo su jugo. “Las Preguntas de Dios” son
un buen hilo conductor para llegar a compartir una serie de principios bíblicos, de
consejos prácticos sazonados de sentido común, y hasta de humor, que serán útiles
para todos.
Siempre a la búsqueda de la excelencia, de la santidad, de la pureza de
motivaciones y de comportamientos correctos, Ricardo Hussey nos hace atravesar
estas preguntas y sus respuestas, con un lenguaje sencillo y coloquial, pero
profundo, sabiendo separar la paja del grano, y dando a comer un alimento sólido y
al mismo tiempo digerible.
La sabiduría y equilibrio que caracterizan a Ricardo y su esposa Sylvia, la hemos
podido disfrutar en sus visitas regulares a nuestra iglesia. Encontramos en el libro,
algunas de las enseñanzas que le hemos oído en esas ocasiones, y que es bueno
tener en este formato para leerlas una y otra vez.
Adentrarnos en la lectura del libro, es como ir a la caza de tesoros ocultos que la
experiencia y el conocimiento de nuestro amado hermano nos hacen descubrir. A
veces, es como estar sentados junto a él al calor de la chimenea, y escuchar los
consejos de un anciano experimentado que nos enseña a vivir la vida cristiana.
Las anécdotas sacadas de su propia vida, nos transmiten una gran información y
conocimiento bíblico, nos dan ánimo y nos hacen sonreír, aunque también nos
cuestionan.
El autor escribe con claridad y “sin pelos en la lengua” como él mismo diría. Tiene
la libertad del que no debe nada a nadie sino es el amor. Al mismo tiempo, tiene una
serenidad propia del marinero que sabe llevar su barca a través de mares
tempestuosos. Simplemente, su testimonio es de gran inspiración y nos lleva a
reflexionar sobre cómo conducir nuestra vida.
Este libro nos desafía con sus preguntas, a veces nos molesta y siempre nos
acerca a la Palabra y Espíritu de Dios. Nos lleva a amar más a Jesús y a la iglesia, y
nos abre la puerta al llamado misionero. Por otra parte, sus experiencias con
comunidades cristianas que han atravesado diferentes problemas y los casos que
cuenta de errores cometidos en el ministerio, nos ayudan a no caer en las mismas
trampas en que otros cayeron.
En resumen, éste es un libro cálido, práctico y sincero, que todo aquél que quiera
aprender más a través de la vida de un siervo probado y aprobado debería leer.
Como otros de sus libros, también recomendamos éste para grupos de estudio
bíblico.
Gracias Ricardo por tomar el tiempo de transmitirnos tanta devoción y riqueza
espiritual.
José Gallardo Cortés