LA PALABRA – CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 6 – LA PALABRA
La herramienta de trabajo clave de todo discípulo
Éste es nuestro quinto peldaño. El orden en que los vamos
tratando no debe tomarse de forma estricta, ni tampoco se lo
debe utilizar para establecer la mayor importancia de uno
sobre otros.
En realidad, cada uno es imprescindible, y así como en una
escalera, no se debe ni se puede dejar un peldaño sin colocar,
así en nuestra escalera imaginaria, hemos de cuidar muy bien
de no dejar ninguno sin levantar, pues todos son
indispensables para alcanzar resultados plenamente
satisfactorios.
La palabra de Dios – la Biblia – es como decimos en el título,
la herramienta de trabajo clave de todo discípulo.
Se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que el trato
diario que le damos a la Biblia, es un índice, si no exacto,
bastante aproximado de nuestra relación con el Señor.
Todo discípulo debe darse a su lectura y estudio cada día, si
es que ha de enraizarse y afirmarse sólidamente en la fe.
Dios ha dispuesto las Escrituras de una forma tal que, sin la
iluminación del Espíritu Santo, que en realidad es su
inspirador y autor, cualquiera que las lea las encuentre muy
difíciles de comprender, y halle en ella cosas que parecen o
bien contradictorias, o aun totalmente desconcertantes o
inaceptables.
En Mateo 11: 25 tenemos estas palabras del Señor Jesus:
“Te alabo, Padre, Señor del cielo y la tierra, porque has
escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a
los niños.”
Esto nos confirma que es por revelación divina que se
comprenden y reciben las cosa de Dios. Pero además, nos
añade que la tierra fértil para esa revelación la constituyen los
corazones de personas sencillas, que se saben muy pequeñas y
necesitadas, y en una actitud humilde y sumisa escuchan o leen
la palabra.
Esto no quiere decir que una persona inteligente y con una
mente lúcida y perceptiva, quede de por sí descalificada.
Se dan por cierto casos de personas de esa índole que reciben
esa revelación, pero ello no se debe a su capacidad e
inteligencia, sino a la disposición tierna y sumisa de su
corazón, la cual, a la postre, resulta el factor determinante
para el Señor.
Con todo, en la práctica, no son muchos por cierto los doctos
y eruditos que tienen tal disposición de corazón.
Es por eso que en 1a. Corintios 1: 26 Pablo nos dice;
“Pero mirad hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos
los sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos
nobles.”
Y lo que recogemos de esto, es que en el estudio y manejo de
las Escrituras debemos tener una actitud de humilde y tierna
dependencia del Espíritu Santo.
Y así le permitiremos a Él edificarnos, fortalecernos y
enriquecer nuestro caudal de la sabiduría y el conocimiento
de lo alto que fluyen a través de las Escrituras.
En 2a. Timoteo 2:1-5, relacionándolo con el obrero
aprobado, Pablo hace referencia al buen uso de las
Escrituras, la palabra de verdad, como una de sus virtudes
características.
En el original griego, el término que se emplea significa
literalmente cortar, usado en la acepción de trazar
correctamente.
Una parte muy importante, y hasta fundamental de ese
trazado correcto, es comprender que la Biblia es una
revelación progresiva, que a través de todos los pactos del
Antiguo Testamento, nos va llevando hasta el Nuevo Pacto,
actualmente en plena vigencia.
El mismo es inmensamente mejor que el Antiguo de la ley
mosaica, por estar basado en mejores promesas, cumplidas a
través de la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo.
Sería demasiado extenso tratar esto con amplitud, pero
remitimos al lector u oyente estudioso a nuestro libro “Las
Sendas Antiguas y el Nuevo Pacto”, particularmente los
capítulos 4 hasta el 11, en los cuales, entre mucho más, se
consigna una tabla que sintetiza los principales contrastes y
diferencias entre el Antiguo y el Nuevo Pacto.
Quien no tenga este libro puede obtenerlo bajándolo
gratuitamente de mi página web – con el acceso siguiente:
https://ricardohussey.com
El estudio cuidadoso de este material, le ayudará a una
comprensión correcta de este tema, y contribuirá también a
aportarle una visión panorámica, amplia y acertada.
Hoy día se advierte un incremento de toda suerte de
enseñanza, tendiente a socavar la fe y la confianza en las
Sagradas Escrituras.
Siempre ha sido así, pero actualmente la proliferación
insidiosa de esta corriente está penetrando más que nunca en
muchos lugares de la iglesia.
Doctores en Teología y Filosofía y Letras, ya sea por la
prédica oral o por sus escritos, dan claras muestras de que no
creen que toda la Escritura es inspirada divinamente,
intimando tácitamente que tanto Cristo como Pablo estaban
equivocados al afirmarlo. (Ver Juan 10.35 y 2a. Timoteo 3:16)
En estos tiempos de tanta apostasía y engaño, todo discípulo
debe afirmarse firmemente en la palabra de verdad, para no
caer en herejías. ni desviarse del sano y santo camino que nos
ha trazado el Señor en la maravillosa Biblia.
El hecho de que hay en ella cosas que resultan difíciles de
entender, y aun parecen ser contradictorias, no ha de minar de
ninguna forma nuestra fe inquebrantable en la palabra de
verdad.
Hay por cierto cosas que no entendemos, pero el hecho más
importante es que aquello que más necesitamos para saber en
cuanto la vida cristiana, y cómo conducinos en ella, está por
demás claro y puesto totalmente a nuestro alcance.
Lo demás, lo que escapa de nuestra comprensión, lo dejamos
en la buenas manos del Señor, Quien a su debido tiempo nos
hará entender todas las cosas.
Recordamos la sabia sentencia de Deuteronomio 29: 29:
“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, mas las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos siempre para
que cumplamos todas las palabras de esta ley.”
También tenemos presente la famosa sentencia del “sabio”
francés Voltaire. Según él, en cien años la Biblia iba a ser un
libro inexistente y olvidado.
La divina respuesta cien años más tarde fue totalmente
contundente y categórica.
La vivienda en que él habitaba al pronunciar su sentencia, se
había convertido en un depósito de una Sociedad Bíblica, y en
la misma, cada recinto contenía pilas y pilas de Biblias, el libro
que iba a ser inexistente y totalmente olvidado!!
No está demás que concluyamos este breve pero importante
capítulo con un consejo muy a tenerse en cuenta.
Algunos, para interiorizarse y poder rebatir corrientes
erróneas, ya sea de falsa doctrina, sectas falsas, o el ocultismo
en sus diversas ramas, se han dado a un estudio detallado de
las mismas.
Tristemente, en más de un caso han caído presos del error, y
terminado totalmente apartados de la verdad y la sana
doctrina.
El argumento que se esgrime para animar a que se hagan
esos estudios es muy sutil: antes de poder hablar con
conocimiento de causa de una secta, una doctrina o práctica,
se la debe conocer debidamente – de otra forma uno está
hablando u opinando de lo que no conoce.
Muy sutil por cierto. Pero siguiendo ese razonamiento, nos
pasaríamos la vida entera indagando en las mil y una
corrientes falsas en boga en la actualidad.
Y así, de hecho, dejaríamos de lado la labor a la cual hemos
sido llamados.
Al conocer de veras la verdad, sabemos que toda la
enseñanza que no concuerda con la Biblia y de la prédica de
Cristo, proviene de un humanismo que prescinde de Dios, y en
muchos casos, responde a una inspiración satánica.
Y el consejo más sano, es dedicarnos cada día con el mayor
esmero a la lectura y el estudio de la palabra de Dios.
Así nos llenaremos de la verdad, lo cual nos ayudará más que
ninguna otra cosa a detectar lo que sea falso y erróneo, a la vez
que, hablando figurativamente, nos servirá de vacuna contra
todas las nefastas corrientes de error en estos días tan
trascendentes y peligrosos.
Oración
Padre Celestial, cuánto te agradecemos por darnos el regalo
maravilloso de la Biblia, Tu libro incomparable!
Muchas gracias por las muchas veces que a través de ella nos
has hablado, advirtiéndonos de peligros, confirmándonos Tu
voluntad, o bien corrigiendo, animando o consolando a tantos
de nosotros en las muchas vicisitudes de la vida.
Te pedimos que nos ayudes a valorarla debidamente, de
manera que sea sin duda el primer y más importante libro de
nuestra vida.
Y también concédenos la gracia de leerla y estudiarla con la
disposición tierna de un niño, totalmente necesitado y
pendiente de Ti, tanto para comprenderla, como para
encontrar en ella preciosas perlas y joyas Tuyas que habrán de
enriquecer nuestras vidas, y a su tiempo, las de otros a través
nuestro. Amén. F I N