Del Antiguo al Nuevo
Capítulo 11, 2a. Parte

Continuamos con el punto 11:
11) Nos enseña todas las cosas, nos recuerda todo lo que Cristo ha dicho, y nos mueve a permanecer en Él. (Juan 14:26 y 1a. de Juan 2:27)
12) Da testimonio de Cristo (Juan 15:26) y nos guía a toda verdad. (Juan 16:13)
13) Nos hace saber cosas que han de venir, glorifica a Cristo y toma de las cosas de Él para hacérnoslas saber. (Juan 16:13­14)
14) Nos comunica Su tristeza cuando pecamos o desobedecemos, para llamarnos la atención y hacernos conscientes de que necesitamos ponernos a cuentas con Dios, y remediar la situación. (Efesios 4:30)
15) Da distintos dones en el ámbito de la iglesia, repartiendo a cada uno como Él quiere, para así capacitar para cumplir satisfactoriamente la tarea o ministerio al cual cada uno ha sido llamado. ( 1a. Corintios 12:7-11)
16) Capacita y da poder para ser testigos de Cristo. (Los Hechos 1: 8)
17) Nos imparte su testimonio aprobatorio de paz si andamos con pie firme en la voluntad de Dios, o bien el desaprobatorio y de la falta de paz si nos estamos desviando de esa voluntad. (Romanos 9:1 y 2a. Corintios 2:12-13) 18) Da Su fruto en nuestras vidas, el cual contiene los nueve preciosos ingredientes del amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. (Gálatas 5:22-23)
19) Morando en nosotros vivifica nuestros cuerpos mortales a fin de que podamos hacer la voluntad de Dios cada día. (Romanos 8:11)
20) Nos ayuda con Su gracia y virtud a hacer morir las obras
de la carne, y así vivir en limpieza y libertad. (Romanos 8:13)

21) Establece Su ley de vida en Cristo Jesús, para así librarnos de la ley de la esclavitud del pecado y de la muerte. (Romanos 8:2)
22) Siendo, como es, el Espíritu libre, imparte y establece libertad donde quiera ejerza Su señorío. ( 2a. Corintios 3:17)
23) En Su carácter de Consolador, está a nuestro lado y en nuestro interior para siempre, para animarnos, exhortarnos y consolarnos. (Juan 14:16)
24) No debe ser apagado con palabras, acciones o intervenciones fuera de lugar, ya sea en el andar cotidiano, como en el ámbito de la operación de los dones dentro de la iglesia. (1a. Tesalonicenses 5:19)
25) Revela las maravillas que ojo no vio, ni oído oyó, y que Dios ha preparado para los que le aman. (1a. Corintios 2: 9-10 y 12)
26) Nos imparte sabiduría y revelación en el conocimiento de Cristo. (Efesios 1:18) 27) Nos da, como arma de guerra defensiva y ofensiva, Su espada de doble filo, que es la palabra de Dios. (Efesios 6:17)
28) Nos fortalece con poder en el hombre interior. (Efesios 3:16)
29) Nos une en Su comunión con el Padre, y el Hijo, y consigo mismo y todos nuestros verdaderos hermanos en la fe. (2a. Corintios 13:14)
30) Con santa pujanza se opone a la carne y sus obras por ser tan perjudiciales para nuestra alma. (Gálatas 5 :17)
31) Nos dará Su bendita siega de vida eterna a los que sembramos para Él. (Gálatas 6:8)
32) Morando en nosotros nos anhela celosamente para Dios y sus valores eternos. (Santiago 4:5)
33) Dios lo ha dado, y lo dará, a los que le obedecen. (Los Hechos 5:32)
34) Si siendo nosotros malos, sabemos dar buenas dádivas a nuestros hijos, ¿Cuánto más nuestro Padre celestial nos dará el Espíritu Santo a los que se lo pidamos? (Lucas 11:13)
35) Nos bautiza en un mismo Cuerpo – el Cuerpo de Cristo, Su iglesia universal -y se nos ha dado a todos a beber de Él – el mismo Espíritu. (1a. Corintios 12:13)
36) Dice, da a entender y atestigua cosas de importancia a través de las Escrituras del Antiguo Testamento y su simbolismo. (Hebreos 3:7; 9:8 y 10:15) 37) Advierte o da a entender acerca de necesidades o peligros que se avecinan, a través de la voz profética de Sus siervos. ( Los Hechos 11:28 y 21:10-11)
38) Da testimonio a las iglesias, confirmando esas advertencias de peligros. (Los Hechos 20:23)
39) Prohíbe o bien no permite hablar la palabra a Sus siervos en un lugar determinado, o en una ocasión dada, por no ser el tiempo o la voluntad expresa de Dios. (Los Hechos 16:6-7)
40) Habla a la iglesia mientras ministra buscando Su voluntad, a fin de separar y enviar misioneros a la obra a la cual Él los ha llamado, o bien para otros fines. (Los Hechos 13:2)
41) En ocasiones de crisis o polémicas, cuando se busca ante Dios con sinceridad y limpieza el camino a seguir, da Su parecer y establece un consenso que permite seguir adelante en unidad. (Los Hechos 15:28)
42) Guía a acercarse a un alma necesitada que Él desea alcanzar para salvar, restaurar o bendecirla de una forma u otra. (Los Hechos 8:26 y 29)
43) Es enviado del cielo para respaldar y testimoniar la proclamación de las verdades gloriosas del evangelio por parte de Su verdaderos siervos. (1a. Pedro 1:12)
44) Da testimonio en el cielo, en absoluta unidad con el Padre y el Verbo, y también en la tierra, en concordancia con el agua y la sangre. (1a. Juan 5:7-8)
45) Da testimonio en los que son hijos de Dios de la encarnación de Jesucristo. (1a. Juan 4:2) 46) Llena las vidas y los corazones de los hijos de Dios que le buscan de verdad, para capacitarlos y fortalecerlos para cuanto sea la voluntad de Dios. (Los Hechos 4:31; 9:17; 13: 9­12, etc.)
47) Habla repetidamente a las iglesias, ya sea en general, o de forma particular a cada una de ellas. (Apocalipsis 2:7; 2:11; 2:17, etc.)
48) Advierte claramente de la gran apostasía que habrá de venir en los postreros tiempos. ( 1a. Timoteo 4:1)
49) Tristemente, es resistido por muchos por ser duros de cerviz e incircuncisos de corazón. (Los Hechos 7:51)
50) Junto con la esposa, dice al Esposo Amado: Ven. (Apocalipsis 22:17)
Estos puntos son los más destacados que encontramos en el Nuevo Testamento. Como se puede ver, se trata de una gran multiplicidad, dentro del marco del ministerio que le ha sido encomendado al Espíritu Santo, en Su calidad de – si podemos así llamarlo -el Ejecutivo de la Trinidad en esta dispensación.
Aun cuando no pensamos haber agotado el tema, estimamos que los puntos enumerados contienen una abundante dosis de lo que representa el sello de la verdadera morada del Espíritu Santo en nuestros corazones.
Animamos al lector estudioso y anhelante, a que analice y busque apropiar y experimentar en su vida personal todo punto de relevancia para su andar cotidiano y servicio al Señor. Seguramente que le resultará de mucho provecho.
En otro orden de cosas, lo extenso de lo que abarca este subtítulo – El Sello del Espíritu Santo – como así también lo largo del capítulo 10, en que tratamos el tema del bautismo del Espíritu, muy bien podría llamar la atención, y dar lugar a que algunos lectores se hagan preguntas.
Por lo tanto, para evitar malentendidos, nos adelantamos a afirmar que no debe verse en esto el desequilibrio que se presenta en algunas partes, de colocar al Espíritu Santo en un lugar preponderante, de tal manera que resulte en desmedro del Padre y también del Hijo Amado.
Sabemos que en el Trino Dios por supuesto que no hay rivalidades ni nada por el estilo. No obstante, señalamos que tenemos bien claras dos cosas, a saber:­
1) La supremacía del Padre, según surge con toda evidencia en 1a. Corintios 15:24, 27 y 28.
“Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.”
“Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa a aquél que sujetó a él todas las cosas.”
“Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas,para que Dios sea todo en todos.”
2) El lugar de preeminencia que le ha sido otorgado al Hijo por Dios el Padre, según Colosenses 1:17-19)
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia, por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud.”
Quede bien claro, pues, que toda esta gama de actividades y operaciones del Espíritu Santo que hemos presentado, las vemos en el contexto y dentro del marco de los dos puntos fundamentales que acabamos de recalcar.
Todas ellas, sin lugar a dudas, se desenvuelven en ese sentido y hacia ese fin, llevando así hacia adelante todo el propósito y programa divino en la unidad y perfecta armonía del Trino Dios.
Dejamos aquí para continuar en el capítulo siguiente, el 12.

FIN