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Hemos tomado estas palabras del Señor en Mateo 13:52,referidas a todo escriba docto en el reino de los cielos, como un título apropiado para éste, nuestro décimo libro. Apropiado, porque en el mismo van precisamente cosas nuevas y también cosas viejas, que hemos ido acumulando con el correr de los años. Asimismo, hemos añadido los adjetivos cribadas y seleccionadas, recordando el uso feliz que de los mismos hizo el entrañable hermano, consiervo y amigo AlbertoAraujo hace más de diez años, en su aportación en la parte introductoria de nuestra primera obra – “Las Sendas Antiguas y el Nuevo Pacto.”

En esa oportunidad él se refería a cosas que se nos había oído compartir oralmente, y que a través de ese primer libro se presentaban y ofrecían por escrito – cribadas y seleccionadas – según él lo afirmó. Hoy, transcurrida más de una década, por la gracia de Dios seguimos en la brecha, y con ansias de seguir compartiendo cosas nuevas y cosas viejas, de ésas que son imperecederas y llevan el sello distintivo de lo celestial. Al ofrecer ahora nuestro décimo libro, no podemos menos que agradecerle al Señor, tierna y temblorosamente, por habernos prolongado la vida y las fuerzas hasta el día de hoy, para ver cristalizado tan caro anhelo.

El lector notará que ésta es la primera parte de las dos que, Dios mediante, compondrán esta obra. La misma está centrada mayormente en personalidades célebres de las Escrituras, de cuyas trayectorias se desprenden verdades y principios  suculentos y de mucha inspiración. Es decir, que constituye una galería de próceres y personajes célebres de antaño.

La segunda parte, en cambio, contendrá exposiciones temáticas, muchas de ellas, aunque no todas, compartidas oralmente con anterioridad y que igualmente encajan dentro del rubro de Cosas Nuevas y Cosas Viejas. Al igual que nuestros libros anteriores, se ha de ofrecer a un precio muy módico, que lo ha de poner prácticamente al alcance de todo bolsillo. Asimismo, lo recaudado de la venta del mismo, irá exclusivamente para la publicación del siguiente libro, si el Señor así lo permite, o bien para el apoyo de Su obra en distintas partes, según Él nos vaya indicando.

Concluimos esta parte añadiendo nuestro deseo y oración de que, nuestro buen Señor, quiera tener a bien premiar este nuevo esfuerzo, haciéndolo de bendición para cuantos lo lean.